viernes, 10 de septiembre de 2010

REAPERTURA DE UN BAR TRADICIONAL EN BARRACAS: LA FLOR DE BARRACAS

Hace más de un siglo, Barracas nacía como un barrio de lujo, una zona elegida por porteños que buscaban vivir a semejanza de algunas ciudades europeas. Las familias Balcarce, Montes de Oca y Álzaga, entre otras, construyeron sus lujosas casonas para vivir alejadas del centro, cerca del río, y con un clima fresco. Sin embargo, mucha gente abandonó el barrio en 1871 a raíz de la epidemia de fiebre amarilla y familias enteras de los inmigrantes más humildes se acomodaron como pudieron y generaron otra Barracas durante el Siglo XX.
Pero en los últimos años el panorama se está modificando con muchas inversiones inmobiliarias que están revalorizando el lugar y atrayendo a habitantes de otros barrios.

La Flor de Barracas tiene 113 años. El registro en Municipalidad es de 1912 pero ya era bar desde antes. Incluso es anterior a la Escuela Normal Superior Nº 5, construida en frente, sobre Arcamendia. Originariamente se lo llamaba el bar La Puñalada, una chapa en la puerta lo decía, ya que venían los changarines y se apuñalaban. Luego se llamó Tarzán, hasta que los nuevos dueños en la década del ‘60 le pusieron La Flor de Barracas.
Desde aquel momento empezaron a entrar algunas mujeres y hacerse algo más familiar.
La Flor de Barracas, un bar y cafetín que reabrió hace poco renovado pero respetando su arquitectura y estilo original, tan característicos del barrio a principios de 1900, y tan tradicionales para ese lugar.
El café, que perteneció a tres españoles durante los últimos 60 años, estuvo en venta en 2009 pero, pese a que se temió su demolición porque el edificio estaba muy caído y se buscaban otros emprendimientos, los nuevos dueños decidieron reciclarlo y recuperar ese espíritu de antiguo barrio que tanto buscan preservar sus vecinos.
Como El Progreso, que todavía sigue intacto en Montes de Oca y California, La Flor mantiene el piso original, mesas y sillas. También están la vieja barra de madera y los estantes con botellas de Licor Mariposa y ginebra Bols, las persianas de colores, el quiosco con vitrina y hasta la letrina en el baño de hombres. Todo reciclado, pero casi intacto, como hace 113 años.

Suárez y Arcamendia a metros del pasaje Lanín

“THE REAL TANGO”, por nuestra colega Cynthia Lowe

Mi proyecto

De la misma forma que me apasiona bailar tango, es como se los transmito a mis pasajeros durante el transfer a un Show de Tango, cuando les explico la diferencia del Tango Escenario y Tango Salón.
Después del show me suelen decir: “muy lindo el show, fantásticos los profesionales pero ahora queremos ir donde vos bailas tango”.
Así fue como organicé mis “tours de tango” a las Milongas, y contribuir a difundir parte de nuestra cultura local.

Mi tour temático se llama “The Real Tango” y se los ofrezco a las Agencias para que lo ofrezcan a sus futuros clientes.
Un turista de visita por Buenos Aires no puede dejar de bailar o vivir un tango en una milonga.
Una Milonga es el local o salón de baile, un lugar simple, sin pretensiones, donde milongueros de todas las edades se juntan para bailar el Tango de la manera que se ha bailado siempre, conservando la atmósfera y el estilo, donde la pasión y la sensualidad son los ingredientes principales.

En mi tour se ofrece una clase de tango, el turista se suelta y da los primeros pasos básicos aunque nunca hubiese imaginado hacerlonque nunca hubiese imaginado hacerlo.

Durante el circuito vamos a diferentes Milongas en diferentes barrios de Buenos Aires, donde el turista ve, siente y es parte de la vida al ritmo del 2x4 y puede disfrutar viendo a los talentosos milongueros bailar con su estilo elegante y sensual. Algunos son profesores, otros bailarines conocidos por su forma distintiva de bailar, algunos solo quieren bailar, otros van para encontrarse con su amor. En la Milonga el crisol de culturas y costumbres se conjugan en armonía, elegancia y sensualidad.

Trabajamos con milongueros y milongueras, profesores, bailarines y guías que desean compartir su experiencia y conocimiento con aquellas personas que desean bailar tango en las Milongas porteñas. Vivimos y amamos el Tango, es nuestro hobby y nuestra pasión. Conocemos los códigos y costumbres de la Milonga; sabemos que el turista tendrá la mejor experiencia que un tanguero novato puede tener. Se llevara un recuerdo vivo y siempre latente -la verdadera experiencia del tango porteño- y como lo vive su gente.

Hasta la próxima....

TURISMO ACCESIBLE O TURISMO PARA TODOS: Reflexiones de nuestra colega Fernanda Gomez

(Articulo autorizado para publicar por María Fernanda Gomez, escrito por ella en agosto de 2009)

Quienes han tenido la oportunidad de escucharme o leer mis escritos sobre el tema, han podido advertir que siempre comienzo de la misma manera. Por esto, considerando una frase que se dice en nuestra televisión, “el público se renueva”, es que empiezo como habitualmente lo hago.
La variada oferta de servicios y atractivos turísticos que encontramos en el mundo es infinita y están hechas para vivenciarlas y disfrutarlas. Pero muchas no son ACCESIBLES, aunque sean gratuitas y libres.
Cuando nos referimos a TURISMO ACCESIBLE o TURISMO PARA TODOS es cuando el conjunto de actividades, servicios y atractivos, reúnen las condiciones necesarias para ser promocionadas a TODOS LOS TURISTAS. Inclusive los que por un motivo u otro tienen diferentes facultades de audición, visión, intelectual y también de movilidad (3º edad, niños pequeños, adultos con baja o alta talla, obesos, silla de ruedas, etc.) pudiéndose presentar también la combinación de estas posibilidades enumeradas.
El tema es más que amplio y transita por el conocimiento técnico de la arquitectura llamada universal o adaptada, psicología y dinámica en el trato y atención de este amplio segmento de la sociedad, sus deseos y necesidades, grado de estimulación recibida, entre otras cosas. Estamos involucrados todos: desde el guía de turismo, la agencia de viajes, los choferes, museos, restaurantes, hotelería y terminaríamos el vasto ejemplo en las áreas gubernamentales.
El proyecto, la planificación y la búsqueda de la excelencia debe estar opuesto a las intenciones de ofrecer un servicio improvisado. Trabajando mancomunadamente en una red conformada por especialistas en arquitectura accesible, instituciones o fundaciones volcadas a la discapacidad junto con todos los que estamos en la actividad turística. El resultado final contendría el sentido de este artículo.

De otra forma surgen clarísimos ejemplos como el que se advierte en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Exactamente en los mostradores montados hace menos de 2 años en la terminal “B”, diseñados para una talla media en donde hay un pequeño orificio a 1m. 50 cm. aproximadamente de altura, practicado en un panel de vidrio sobre el mostrador para comunicarnos, ubicando nuestro oído allí de inmediato, porque es casi imposible escuchar a quien nos habla del otro lado a menos que seamos expertos en “lectura de labios”. El tema demandaría unos cuantos “tomos” más, entre describir ejemplos de causas, consecuencias y posibles soluciones.
Concluyo con la descripción sobre la accesibilidad de la catedral de San Isidro (Provincia de Buenos Aires) circunstancia que me llevó a tener que analizarla personalmente, dado que no hallé en página Web o folletería alguna sobre el tema y debía con escaso margen de tiempo acompañar a una turista con gran dificultad en su desplazamiento ayudada con muletas. ¿Habré buscado bien?. Este mismo caso se presenta en edificios, en Argentina, que están adaptados, pero en su página web o folletería no se describen como tales.